La incompatibilidad entre una mujer embarazada y un gato es una de las leyendas urbanas más conocidas del mundo felino. La coordinadora de los cursos online del Área de veterinaria de ISED, Vera Vicinanza,nos explica en el artículo de “Mentiras y verdades sobre gatos” que no tiene porque ser siempre así.
Leyenda 10: ¿Debe una mujer embarazada deshacerse de su gato?
La feliz noticia de la llegada de un bebé en una familia que posee un gato siempre es recibida con algo de ansiedad. Inmediatamente la pregunta que nos hacemos es ¿debemos deshacernos de nuestro gato? En muchos casos los mismos médicos aconsejan en primer lugar evitar el contacto con el gato, aunque éste siempre haya vivido en casa y se respeten todas las normas higiénicas, de vacunación y de desparasitación. En realidad, la causa de este miedo, alarmista en muchos casos, es la posibilidad de la transmisión por parte del gato de la toxoplasmosis, una enfermedad debida a un protozoo que en condiciones normales no representa un peligro, pero sí que puede afectar al feto o provocar problemas en caso de inmunodepresión.
Lo primero que una mujer embarazada debe hacer es someterse a una sencilla prueba para averiguar si ya posee los anticuerpos en contra del toxoplasma. Si es así, en este caso no hay problemas: como ya ha estado expuesta al parásito, sus anticuerpos protegerán el feto. En el caso que la madre no posea anticuerpos, será importante que respete estrictas normas higiénicas como lavar bien frutas y verduras, comer carne bien cocida, lavarse bien las manos en caso de ir a parques o jardines o, limitar el contacto con animales desconocidos. En cuanto al gato, no existe problema si siempre ha vivido en casa y no come alimentos crudos, no tiene contacto con otros gatos que podrían ser infectados y si no caza presas y no las consume. De todos modos será importante en este caso que otra persona se ocupe de limpiar la bandeja de las heces como prevención. Más atención y precaución deberá prestarse si el gato tiene acceso al ambiente exterior y caza presas vivas o tiene contacto con otros gatos. En este caso tampoco es necesario deshacerse del gato, simplemente con evitar tocarlo y dejar que siga su vida en el exterior, será suficiente.
En la mayoría de los casos la toxoplasmosis se contrae a causa del consumo de alimentos poco cocinados o no del todo limpios. Así que la mejor prevención es la higiene, sin necesidad de deshacernos de nuestro gato.