– Explícanos un poco por qué decidiste estudiar quiromasaje.
Vivo en Pinto (Madrid) y me apunté a un curso de masaje deportivo. En el curso de quiromasaje de ISED conocí a dos quiromasajistas encantadoras, que me animaron para que estudiara. Siempre me gustó mucho dar masajes y mi fisioterapia me ayudó mucho con mi enfermedad, la fibromialgia. Empecé a estudiar quiromasaje en ISED porque pensé que yo también podría ayudar a rebajar el dolor de otras personas.
– Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad que afecta a los músculos, las articulaciones, los ligamentos… Produce jaquecas, colon irritable y un cansancio general en la persona que lo sufre que al final aumenta su irritabilidad. La gente no entiende esta enfermedad porque no la sufre y es muy difícil convivir con alguien que siente dolor y está cansado a todas horas.
– ¿Necesitas medicarte para reducir el dolor?
No me medico desde hace años. Los medicamentos y los antidepresivos lo único que hicieron fue atontarme, sin quitarme el dolor. Además, tenía dos hijos pequeños que cuidar, así que dejé de tomar los fármacos y empecé a vivir con dolor. A veces me cuesta dormir y en esta enfermedad es muy importante el sueño, por lo que intento hacer mucho ejercicio y procuro estar activa todo el día. La inactividad al final no me hace bien e intento ser positiva en mi día a día. Cuando tengo un dolor insoportable tomo ibuprofeno y como mi cuerpo no está saturado de medicamentos me suele calmar un poco.
– ¿Cuáles son las dificultades que encuentras en tu día a día a causa de esta enfermedad?
Por la mañana debo levantarme con mucho cuidado y me cuesta mucho. Después de desayunar debo hacer ejercicio: estiramientos y un poco de Pilates. Gracias a estos ejercicios aguanto el trayecto hasta el trabajo. En mi vida cotidiana no puedo correr, saltar ni coger peso. Vivir con dolor me provoca muy mal humor, me convierto en una persona antipática y no me aguanto ni yo. En otro sentido, dependo de mi marido en muchos aspectos, que en ocasiones me tiene que ayudar a vestirme o ducharme. Él y mis hijos tienen una gran capacidad de aguante y me resultan de gran apoyo.
– ¿Hay alguna enseñanza del quiromasaje que te haya sorprendido?
Me quedé muy sorprendida cuando tratamos el diafragma en las clases de ISED. Es un músculo complejo, con el que yo precisamente he tenido muchos problemas durante 4 años. Gracias a haberlo estudiado en clase ahora lo comprendo mucho mejor. En quiromasaje hay que saber muy bien donde tocas.
– ¿Cómo te sientes cuando realizas un masaje?
Muy bien. Cuando doy un masaje siento una gran satisfacción porque el trato con las personas me gusta mucho.
– ¿Qué beneficios notaste cuando recibiste los masajes de tus compañeros?
Mis compañeros del curso de quiromasajista de ISED me dieron los masajes con mucho mimo y me suavizaron el dolor. Donde más lo noté fue en las extremidades, tanto superiores como inferiores. Gracias a los masajes mejoró bastante mi calidad de vida.
– Has practicado alguna otra terapia manual que te haya beneficiado para combatir la fibromialgia?
Uso una terapia basada en el sentido del humor, una dieta baja en grasa, ejercicio diario e intento ser feliz y no pensar en el dolor. Tener un trabajo a media jornada también ayuda. El curso de quiromasaje de ISED me permitió, no solamente aprender y especializarme en una profesión, sino también a comprender y reducir mi propio dolor físico.