Los comportamientos fuera de la ley están presentes en todas las situaciones de la vida diaria y el mundo digital no escapa a esta realidad y, más aún, al no existir fronteras y evolucionar de forma constante.
El ciberdelito es todo aquel acto ilegal llevado a cabo por un ciberdelincuente, en el espacio digital o internet, mediante el uso de la tecnología, a través de redes informáticas y dispositivos electrónicos.
A pesar de que la red de redes (internet) nace de forma masiva en 1983, expertos consideran que fue en el año 1834 cuando se llevó a cabo el primer ciberdelito de la historia. Dos ladrones lograron infiltrarse en el sistema de telégrafos de Francia y conseguir acceso a los mercados financieros para robar datos.
El ciberdelito vulnera la integridad y confidencialidad de la información y los sistemas tecnológicos, para perjudicar, averiar, hacer inaccesibles, suprimir o alterar datos informáticos sin el consentimiento del propietario; con el propósito de obtener ganancias económicas, mediante la estafa; robar datos y hacer daño.
Los ciberdelitos presentan ciertas características:
- Son difíciles de demostrar, pues en la mayoría de los casos, es difícil encontrar pruebas.
- Se realizan de forma rápida y sencilla, en ocasiones en cuestión de segundos.
- No requieren la presencia física del responsable.
- Proliferan y evolucionan de forma constante y veloz.
¿Cuáles son los delitos más habituales en las redes sociales?
Los ciberdelitos más comunes en redes sociales son:
Fraude: es un acto en el que se manipula información personal y se perjudica a personas físicas o jurídicas, con el objeto de conseguir beneficio económico.
Chantaje: consiste en reclamar una cantidad de dinero a determinada persona, a cambio de no dar a conocer información confidencial de la misma.
Phishing: es la suplantación de identidad de empresas o personas para extraer, de forma ilegal, información personal y/o confidencial. Generalmente se envían mensajes falsos, a través del correo electrónico, con el propósito de engañar a los destinatarios y robar información confidencial, como números de tarjetas de crédito o contraseñas y así ingresar a sus cuentas en bancos, redes sociales, servicios y aplicaciones.
Virus informáticos: son un tipo de software maligno o malware que infectan sistemas, destruyen archivos, perturban el funcionamiento general y se autorreplican para saltar a otros dispositivos y sistemas, con el objeto de modificarlo o dañarlo y propagarse.
Publicidad engañosa: consiste en ofrecer promociones y oportunidades únicas de compra de productos o servicios que, luego del pago por parte del usuario, terminan convirtiéndose en un fraude o en la entrega de un producto o servicio distinto al ofrecido.
Delitos penales
- Sexting: consiste en el envío de imágenes o mensajes de texto con contenido sexual a otras personas, a través de dispositivos móviles. Aunque en sí mismo este acto no es ilegal, al involucrar a menores de edad o cuando el adulto no consiente esa actividad, constituye un ilícito penal, según lo establece el artículo 197 del Código Penal.
- Hostigamiento o Stalking: este delito se presenta cuando hay un acoso constante de una persona que vigila, persigue y se contacta con otra, usando medios electrónicos, generalmente redes sociales, provocando miedo, angustia y alteraciones en la salud mental de la víctima. El hostigamiento como delito penal se establece en el artículo 172 numeral 1 de la Ley Orgánica 1/2015 de 30 de marzo, la cual tipificó un nuevo delito contra la libertad, denominado delito de acoso.
- Ciberbullying: es el acto de acoso, burla, humillación y amenaza que se comete contra un niño o adolescente a través de una red social. Es común que el responsable acuda al empleo del descubrimiento y revelación de secretos, a partir de publicación de comentarios o videos discriminatorios, el etiquetado en publicaciones y la creación de ideas, situaciones o sentimientos que se expresan a través de medios virtuales (memes). Este delito está contemplado en el artículo 173 del Código Penal español.
¿Cómo distinguir si ha sido víctima de un ciberdelito?
Si bien, en la mayoría de los casos resulta difícil saber si se ha sido víctima de un ciberdelito, existen algunas condiciones generales que lo indican, entre ellos: el descenso repentino del rendimiento o un comportamiento extraño del ordenador, tableta o dispositivo móvil. De igual manera, algunos ciberdelitos dejan señales evidentes:
- Infección de malware: el dispositivo puede comenzar a ralentizarse y enviar mensajes de error.
- Ataques de phishing: se presentan cargos sospechosos en la tarjeta de crédito o en cuentas bancarias que pueden estar comprometidas.
- Keylogger (tipo de malware): es posible notar íconos extraños o los mensajes pueden comenzar a agregar texto duplicado.
- Criptominado malicioso (tipo de malware): se reconoce porque se incrementa de forma inusual el consumo eléctrico.
¿Cómo prevenir el ciberdelito?
- Evitar realizar descargas de fuentes desconocidas.
- Instalar un antivirus en cada uno de los equipos a usar.
- Garantizar que se está ingresando a un sitio web legítimo antes de introducir datos personales.
- Estar atento a los mensajes de correo electrónico que contienen enlaces extraños o archivos adjuntos que no son esperados.
- Tratar de evitar la conexión de los dispositivos tecnológicos a las redes wifi públicas.
- Aplicar actualizaciones periódicas de los sistemas operativos y las aplicaciones, pues corrigen vulnerabilidades de seguridad.
- Utilizar contraseñas seguras y únicas, evitando emplear la misma contraseña para varias cuentas.
- Aprender a hacer copias de seguridad de toda la información sensible.
- Conservar las aplicaciones bluetooth y GPS desconectadas cuando no se estén utilizando.
- Trabajar con un disco duro externo al que se trasladen los archivos más importantes para dificultar el robo de información.
- Emplear herramientas de supervisión de la identidad que comprueben las filtraciones de datos y los hackeos, además notifique si la información personal está en peligro.
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