Algunos alimentos y las vitaminas, minerales y otros nutrientes que los conforman pueden aumentar o disminuir el riesgo de padecer cáncer.
Diversas investigaciones demuestran que más del 30% de los fallecimientos por cáncer están relacionados con la alimentación y desde hace años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene advirtiendo del potencial cancerígeno de algunos alimentos.
¿Cómo se produce y qué es el cáncer?
El cáncer se refiere a un conjunto de enfermedades relacionadas, en la que algunas células anómalas del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan a otras partes, destruyendo los tejidos corporales.
El cáncer se produce por los cambios en los genes que son los encargados de controlar el funcionamiento de las células, en especial, cómo se forman y se multiplican.
Las células normales se multiplican cuando el cuerpo las necesita, y mueren cuando se dañan o cuando ya no se requieren. El cáncer se presenta cuando el gen de una célula cambia y provoca que esas células crezcan fuera de control. Estas se dividen muy rápido y no mueren de la manera normal.
Estos cambios en el material genético pueden tener su origen en las siguientes causas:
- Errores que tienen lugar cuando las células se multiplican.
- Daños en el ácido desoxirribonucleico (ADN) causados por sustancias perjudiciales en el medio ambiente, por ejemplo: sustancias químicas en el humo del tabaco y los rayos ultravioleta del sol.
- Transmisión por herencia de padres a hijos.
En condiciones normales el organismo es capaz de eliminar las células con daños en el ADN, antes de que se vuelvan cancerosas, pero esta capacidad disminuye a medida que las personas envejecen.
Conexiones entre los alimentos y el cáncer
La nutrición y el cáncer guardan una estrecha relación, no sólo desde el punto de vista causal, sino en cuanto a la prevención, la tolerancia al tratamiento oncológico y en la supervivencia.
Está demostrado que una dieta balanceada disminuye el riesgo de padecer cáncer. La ingesta excesiva de grasas, por ejemplo, se ha relacionado con una mayor probabilidad de aparición de cáncer de mama, colon, pulmón y próstata. Una dieta con exceso de proteínas, sobre todo de origen animal, se ha relacionado con un aumento de la incidencia de cáncer de colon y próstata.
El consumo de bebidas alcohólicas es un factor de riesgo importante para la aparición de tumores, y la combinación de alcohol y tabaco se correlaciona con el riesgo de padecer un tumor, específicamente con cáncer colorrectal. Y la forma de procesar y conservar los alimentos (ahumado, asado o fritura) también se ha relacionado con el aumento de la incidencia de ciertos tipos de cáncer.
Por su parte, las frutas y verduras han demostrado un papel protector frente al desarrollo de la mayoría de los tumores; la fibra ha demostrado efecto protector ante cáncer de colon y recto.
Alimentos preventivos
- Brócoli: contiene un compuesto vegetal denominado sulforafano, que se encuentra en los vegetales crucíferos y que puede tener propiedades anticancerígenas potentes.
- Zanahorias: contienen betacaroteno y falcarinol, compuestos con efecto inhibidor del cáncer.
- Tomate: contiene grandes cantidades de licopeno, un fitoquímico responsable de su coloración rojiza, y de su capacidad para prevenir el cáncer de próstata.
- Calabaza: al igual que el tomate, es una excelente fuente de licopeno, un compuesto que potencia la acción de las vitaminas, minerales y fibras presente en las frutas y las verduras y que disminuye la probabilidad de padecer cáncer de próstata.
- Nueces: proporcionan vitamina E, derivados del azufre, magnesio y fitoestrógenos que reducen el riesgo de padecer cáncer de mama.
- Frutos rojos: tienen propiedades antioxidantes que ralentizan el crecimiento tumoral, pues inactivan los puntos en los que los carcinógenos se unen al ADN.
- Salmón y otros pescados azules (trucha, caballa, sardina): son ricos en vitamina D, selenio y ácidos grasos poliinsaturados omega 3 que inhiben los radicales libres, participan en el metabolismo de los estrógenos y reducen la proliferación celular, por lo que son excelentes aliados contra el cáncer de colon, próstata y mama.
- Ajo: son conocidas sus propiedades antisépticas y antibacterianas. Además, contiene derivados del azufre y antioxidantes que protegen frente a determinados tipos de cáncer, como el de mama, pulmón y gástrico.
- Cítricos (naranja, limón, pomelo): contienen importantes cantidades de alcaloides que inhiben la unión al ADN de agentes cancerígenos como el benzopireno.
Alimentos para combatir el cáncer
Entre los grupos de alimentos que resultan excelentes aliados para combatir el cáncer están:
Fibra: ayuda a nutrir una comunidad saludable de microbios (microbioma) que vive en el tracto digestivo y se asocia con un menor riesgo de cáncer. Entre los alimentos ricos en fibra se encuentran:
- Cereales integrales y semillas: cebada, avena, maíz y centeno.
- Pan y pastas integrales.
- Legumbres: frijoles, lentejas y guisantes.
- Frutas y verduras.
Alimentos de origen vegetal: contienen sustancias que ocurren naturalmente denominadas fitonutrientes. Entre estos alimentos se incluyen:
- Carotenos, presente en verduras de color rojo, amarillo, naranja y algunas de color verde oscuro.
- Polifenoles, que se encuentran en las hierbas, especias, verduras, té, café, chocolate, nueces, manzanas, cebollas, bayas y otras plantas.
- Compuestos de Allium, que se encuentran en las cebolletas, ajo, puerro y cebollas.
Proteínas: se encargan de la mayor parte del trabajo en las células y se requieren para la estructura, función y regulación de los tejidos y órganos del cuerpo. Se recomiendan las siguientes proteínas:
- Aves de corral: pollo, pavo, pato.
- Pescados grasos: atún, caballa y sardinas, por su alto contenido de omega 3.
- Huevos.
- Productos lácteos: leche, queso, yogurt.
Antioxidantes: son vitaminas, enzimas y fitoquímicos (betacaroteno, selenio, vitaminas C y E) que protegen al organismo de los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de las células y una gran cantidad de enfermedades. Se encuentran en el brócoli, té verde, alcachofa, ajo, canela, tomate, chocolate negro.
Vitaminas: C, E, D y A.
Minerales: calcio, derivados del azufre, selenio, zinc o magnesio.
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