Desde que regresé de Tailandia, me he dado cuenta de que cada vez son más los spas, balnearios y centros de masaje que promocionan una forma de trabajo tan milenaria como es el masaje tailandés. Esto es buena señal ya que los profesionales que se esfuerzan no solo en realizar el Monográfico de Masaje Tailandés sino en practicar continuamente, ofrecen una alta cualidad en los tratamientos que aplican a sus clientes. En masaje tailandés es imprescindible practicar todas las coreografías que aprendes. En este masaje, aunque sea vestido, podemos utilizar pindas para enviar un poco más de relajación a la persona que lo recibe. El calor que generan las pindas llegará a los músculos para aportarles más flexibilidad y mayor movilidad.
Hace 3000 años, los conocimientos de anatomía eran diferentes que los de hoy en día. En la actualidad, vemos que cada movimiento va relacionado con un músculo y al tener conocimiento de anatomía podemos realizar un masaje mucho más profesional, entenderemos el por qué de los movimientos y el sentido de los estiramientos.
En uno de los maratones que hicimos en ISED, descubrimos el desconocimiento que existe acerca el masaje tradicional tailandés. Las personas ven colchonetas en el suelo y no entienden nada. Una vez finalizado, todos te dicen lo mismo: “esto es maravilloso”, “parece que crecí”, “me siento más flexible”, “qué me hiciste que tengo más energía”, etc.
Los movimientos, el baile controlado de los músculos y, sobre todo, el cariño que transmitimos con nuestras manos, hacen que este masaje sea algo que nos haga sentir y disfrutar de un trabajo bien realizado.

Desde aquí quiero animar a las personas que no conozcan este masaje, que lo prueben y si alguien quiere aprender que nos llame, estaremos encantados de transmitir los conocimientos necesarios para dar un masaje muy profesional en el Monográfico de Masaje Tradicional Tailandés. Con este conseguirán sorprender a cualquiera que se ponga en sus manos.
Dicen que el masaje tradicional tailandés, al igual que el Ayurveda son formas de vida, los que lo practican o lo viven son más longevos. De hecho, podemos ver monjes budistas muy mayores.
Carlos Romero Profesor del Monográdico de Masaje Tradicional Tailandés de ISED