Los dolores crónicos no sólo son desagradables para vivir, para hacer una vida normal, sino que, además, pueden ocasionar una serie completa de problemas añadidos que no son menores.
Dolores crónicos
Estos problemas pueden ser dificultades para dormir, los trastornos de ansiedad o incluso la depresión. Afecciones como los dolores lumbares continuados, las migrañas, el síndrome del túnel carpiano, la fibromialgia o el síndrome de dolor miofascial crónico pueden desencadenar episodios poco soportables de dolor crónico.
Sin embargo, ahí es precisamente donde el quiromasaje puede ser un estupendo complemento para cambiar esas situaciones que los enfermos viven día a día como insufribles. Y es que la quiropráctica se emplea como complemento eficaz para el alivio de los dolores crónicos, actuando sobre los músculos, sobre las articulaciones, los huesos y sobre el tejido conectivo que forman ligamentos, tendones y cartílagos.
El quiromasaje complementa los tratamientos de diversos dolores
El trabajo dedicado de quiroprácticos profesionales con el quiromasaje puede ser una solución inestimable para el control efectivo del dolor crónico. Los masajes son un apoyo para el tratamiento médico convencional. Una ayuda física y psicológica muy útil.
Beneficios clave del quiromasaje
Y es que los beneficios son muy amplios: biomecánicos, fisiológicos, neurológicos y psicológicos. Estos son algunos de esos beneficios del quiromasaje para el tratamiento complementario de los dolores crónicos:
– Alivia la presión de las articulaciones y estimula el flujo sanguíneo. Las personas que padecen dolor crónico, fibromialgia y síndrome de dolor miofascial crónico, muy a menudo necesitan que se les aplique una gran presión muy focalizada en las zonas de las articulaciones que les resultan dolorosas. En el caso de la fibromialgia, la aplicación del quiromasaje es otra, se trata de presiones leves sobre la piel también en los puntos clave con la finalidad de estimular el flujo sanguíneo en esas zonas. Los masajes permiten del mismo modo reducir la percepción del dolor.
– Tratamientos personalizados: A medida que se avanza en el tratamiento de los masajes contra los dolores, los quiroprácticos pueden ajustar la presión en las zonas donde se incide de una forma proactiva en función de las pautas del tratamiento, pero también de acuerdo a las sensaciones que vaya teniendo el paciente. Los masajistas profesionales podrán ajustar el tiempo de los tratamientos y los días de la semana en los que se aplican para conseguir disipar los dolores recurrentes que son muy variables, por ejemplo, en los enfermos de fibromialgia. Tratamientos orientados a cada persona y a las situaciones del paciente en todo momento.
– Masajes para relajar: Más allá de los beneficios de los masajes para reducir el impacto de los dolores, éstos pueden resultar experiencias relajantes. Los quiroprácticos, con frecuencia, completarán sus tratamientos con músicas ambientales, con iluminaciones naturales lo más agradables posibles y con aceites esenciales perfumados para que sus pacientes puedan encontrar consuelo y alivio a través de nuevas sensaciones. Ni que decir tiene que estas experiencias relajantes se pueden adaptar a las preferencias de los pacientes. De eso se trata.
Si te apasionan todas estas prácticas y quieres formarte con contenidos de primer nivel, profesorado profesionalizado, no dejes de solicitarnos información sobre nuestros curso de quiromasaje. Te informaremos de todo sin compromiso. ¡Contacta con nosotros!