Todos conocemos los múltiples beneficios del ejercicio en la salud de nuestro cuerpo. Pero ¿sabías que el entrenamiento físico también puede ayudar a tratar la ansiedad y la depresión? Al mantenerte activo liberas hormonas y neurotransmisores capaces de producir sensación de calma y bienestar, lo que potencia tu salud mental.
En este artículo exploramos la relación entre el ejercicio y el bienestar psicológico como estrategia efectiva para mejorar nuestra calidad de vida.
Cuando realizamos actividad física se producen una serie de cambios fisiológicos que impacta nuestro estado mental.
Conoce la conexión entre ejercicio y salud mental
En la actualidad, el frenético y estresante ritmo de vida hace imperativo que el bienestar psicológico sea prioridad y el ejercicio físico se convierte en una eficaz herramienta de autocuidado que potencia tu salud mental.
La salud mental comprende nuestro bienestar emocional, psicológico y social y está relacionada con la forma en la que pensamos, sentimos y actuamos al enfrentar la vida. Además, ayuda a establecer la manera como manejamos el estrés, tomamos decisiones y nos relacionamos con los demás.
Cuando realizamos actividad física se producen una serie de cambios fisiológicos que impactan, de forma positiva, nuestro estado mental. Entre ellos se pueden mencionar:
- Liberación de endorfinas: durante el ejercicio, el cuerpo libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que ayudan a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, disminuyendo los síntomas de la ansiedad y la depresión.
- Reducción del estrés: la actividad física disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que contribuye a una sensación de relajación y bienestar.
- Descanso reparador: el ejercicio frecuente ayuda a regular la temperatura corporal, esencial para iniciar y mantener una buena higiene del sueño, lo que a su vez resulta crucial para la salud mental.
- Aumento de la autoestima: al lograr metas con el ejercicio y mejorar la condición física es probable fortalecer la autoestima y la confianza en nosotros mismos, estrechando la relación entre actividad física y bienestar emocional.
- Esparcimiento positivo: el ejercicio ofrece una distracción saludable de las preocupaciones diarias, permitiendo a las personas concentrarse en la actividad física en lugar de en sus problemas.
- Interacción social: participar en actividades físicas grupales puede fomentar las relaciones interpersonales y reducir la sensación de aislamiento.
- Función cognitiva: el ejercicio regular aumenta la liberación de neurotransmisores como adrenalina, dopamina y serotonina que mejoran los procesos mentales, especialmente la memoria y la capacidad de aprendizaje. Además puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad y reducir el riesgo de desarrollar demencia, al incrementar la producción de una proteína, denominada: factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) que ayuda al crecimiento y la conservación de las células del cerebro.
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Encuentra el ejercicio ideal para ti
Es importante considerar que no todas las actividades físicas son para todos, pues depende mucho del estilo de vida. La clave para disfrutar de los beneficios del ejercicio para la mente radica en encontrar una actividad que te resulte placentera y sostenible. Por ello, a continuación te ofrecemos algunas opciones, de acuerdo a tu gusto y nivel de condición física:
- Deportes: son la mejor opción para personas competitivas y que les gusta trabajar en equipo. El baloncesto, el voleibol o el fútbol son algunas de las posibilidades.
- Yoga o Pilates: si tus gustos van más hacia actividades de bajo impacto, puedes optar por practicar yoga o pilates. Estas disciplinas te ayudan a mejorar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio, mientras cultivas la paz mental.
- Baile: la recomendación para las personas activas y que les encanta la música es incorporar a su rutina actividades relacionadas con el baile. El zumba, salsa o baile moderno te ayudan a expresar tu creatividad y liberar endorfinas.
- Actividades al aire libre: son ideales para los amantes de la naturaleza y el sol. La natación, el ciclismo o el senderismo son algunas de las opciones.
También puedes ejercitarte en la comodidad del hogar y optar por un instructor de fitness online que diseñará el programa de entrenamiento adaptado a tus necesidades y te guiará en las sesiones.
Consejos para incorporar el ejercicio en tu rutina diaria
- Iniciar poco a poco: puedes comenzar con 10 minutos al día de actividad física ligera, como caminar o estirarte. Después, puedes aumentar la duración y la intensidad.
- Hacer pequeños cambios: puedes utilizar las escaleras, en lugar del ascensor, o estacionar tu coche lejos de la entrada para caminar un poco más.
- Practicar en casa: puedes hacer una rutina de ejercicios en casa con tu peso corporal, usando objetos domésticos como sillas o botellas de agua llenas.
- Entrenar en compañía: realizar actividad física con alguien ayuda a incrementar la motivación.
- Enfocarte en los beneficios: es importante centrarse en las ventajas del ejercicio como terapia, resaltando, por ejemplo, la sensación de bienestar, el incremento en la energía, el mayor rendimiento cognitivo o la gestión del estrés.
- Trazarte objetivos: la satisfacción que produce conseguir las metas establecidas se traduce en una mayor motivación para continuar practicando deporte.
Incorporar el ejercicio en la rutina diaria puede ser un cambio simple, pero significativo que no solo beneficia al cuerpo, sino que también es una herramienta poderosa para mantener y mejorar nuestro bienestar emocional, mental y social, promoviendo una vida más saludable, equilibrada y feliz.
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