La importancia de la limpieza bucal canina

Mantener una correcta higiene bucal no solo es imprescindible para las personas, sino también para nuestras mascotas. El hábito de limpiar los dientes a nuestro perro le evitará el mal aliento y ayudará a prevenir enfermedades renales, hepáticas y cardíacas.

Los perros jóvenes suelen tener los dientes limpios y blancos, siempre y cuando tengan una buena alimentación y gocen de buena salud, pero a partir de los tres años de edad empieza a aparecer el sarro y el mal aliento. Este puede ser el inicio de problemas de salud más graves.

Los problemas dentales incluyen la gingivitis y periodontitis, abscesos y la hipoplasia del esmalte dental, y pueden derivar en problemas en el sistema inmunológico e incluso enfermedades del corazón, los pulmones, el hígado y los riñones.

Te damos algunos consejos para mantener una buena higiene bucal canina:

• Se recomienda la limpieza dental diaria –o un mínimo de tres días a la semana– desde cachorros para acostumbrarlos a esta operación sin que muerdan. Es importante hacerlo con productos especiales para perros, tanto en el caso del cepillo como del dentífrico.
• Usar enjuagues bucales para perros. Se añaden al recipiente de agua para que cada vez que beba se limpie los dientes y tenga un aliento fresco.
• Dar al perro bocadillos especiales para que los mordisquee y, al mismo tiempo, se remueva el sarro.
• Existen también juguetes para limpieza bucal, formados por hilos resistentes que los perros mordisquean. Hay que vigilar que no traguen un trozo de hilo.
• Controlar la alimentación: evitar las dietas blandas y darle comida adecuada a su edad y tamaño de boca.
• Hay que tener en cuenta que los perros limpian sus dientes de forma natural cuando mastican y roen los huesos. Sin embargo, recuerda que los huesos crudos son seguros, pero los cocidos se astillan fácilmente y lo mejor es evitarlos.

Además de seguir estos consejos en casa, es recomendable realizar una profilaxis dental dos veces al año en la clínica veterinaria. El perro tiene que estar sedado para facilitar el trabajo al veterinario, que retirará las piezas dentales que estén en mal estado o sean un peligro para la salud del animal. En caso de que haya abscesos en la cavidad bucal, el especialista deberá realizar una pequeña cirugía. Además, durante varios días, el perro deberá tomar antibióticos.